domingo, 29 de mayo de 2016

Un último vistazo

Un último vistazo


Ojala tus sonrisas, tus carreras, tus juegos, pudieran grabarse en esa, ahora mismo, memoria pequeñita, Ojala pudieras recordar estos rincones, estos muros, estas sensaciones y reproducirlos en el futuro. Pero no será así. Por más que me esfuerce, por más que luche, no se retendrán en tus recuerdos, sino en los míos...

Sé que tú vas a crear muchos nuevos y maravillosos de esos recuerdos, en otros lugares, en otros hogares, en otros mares... Pero no puedo evitar derramar unas lágrimas al pensar que no podré regalarte lo que a mí me regalaron. Se que habrá otras cosas, o eso quiero pensar, y que algún día me sentiré orgulloso de ofrecerte momentos que almacenarás en tu interior.


Y créeme que volveremos a disfrutar de esta arena y este mar, aunque no sea lo mismo y aunque me cueste levantar la vista sin llorar, y conservaré este último vistazo para poder enseñártelo en el futuro, para revivir juntos sueños a través de mis palabras y de tu imaginación.


Y a pesar de todo, debo agradecer enormemente el que hayas podido disfrutar, y ver ese mar con tus pequeños ojos, corretear por esos adoquines con tus pequeñas piernas, coger esa tierra entre tus pequeños dedos. Una suerte pequeña, que otros ya no tendrán.

  

Y por mucho que pase el tiempo, e intente borrar lo vivido o arrastrar momentos al olvido, jamás se apartará de mi mente lo que a fuego de cariño trataré de grabar en la tuya, un millón de imágenes preciosas junto a mis seres queridos y una escalera en el tiempo, que hoy estos vidriosos ojos, gozan de verla contigo.